El documento fuente empleado en este Dosier dice:
La erosión arrastra la tierra de un agricultor boliviano. Esta erosión se debe con frecuencia a un arado inadecuado
Fuente: EMLa comprensión de la importancia de la desertificación está limitada por muchas incertidumbres. La recolección de información —datos de sensores remotos en el largo plazo y socioeconómicos y biofísico subnacionales— permite el desarrollo de una línea de base y de indicadores de la desertificación. Esa información nos ayuda a reducir las incertidumbres con respecto a las interrelaciones entre la desertificación, el cambio climático, la biodiversidad, los servicios de los ecosistemas y el bienestar humano.
Monitoreo, Desarrollo de la Línea de base y Evaluación
Sin una línea de base sobre la desertificación que sea científicamente consistente y rigurosa, se dificulta mucho la identificación de prioridades y el monitoreo de las consecuencias de las acciones emprendidas. Tres evaluaciones de la extensión de la degradación de la tierra a escala mundial ofrecen cifras diferentes: el informe del PNUMA/GLASOD (1990), el trabajo de investigación de Dregne y Chou del año 1992, y una evaluación más reciente preparada para la EM por Lepers y otros en 2003 (C22.4.1). Todas estas evaluaciones de la degradación de la tierra tienen debilidades importantes. El informe GLASOD se basó solamente en el juicio de expertos, con variaciones en la calidad y cuantificación. La evaluación de Dregne y Chou se basó en fuentes secundarias, a las cuales ellos calificaron diciendo que la base de la información sobre la cual fueron hechas las estimaciones en es pobre, y que relatos anecdóticos, informes de la investigación, descripciones de los viajeros, opiniones personales y la experiencia local proporcionaron la mayor parte de la evidencia para las varias estimaciones. La evaluación más reciente de Lepers y otros tiene la ventaja de combinar múltiples fuentes de información pero no cuenta con una cobertura espacial completa y se limitó al 62% de las tierras secas, y para algunas áreas se basó en un solo conjunto de datos. Esa evaluación fue calificada como un ejercicio de compilación de datos de una variedad de fuentes, con diversas escalas, signos convencionales, definiciones, etc. Loa autores dicen que si bien hicieron el mayor esfuerzo para estandardizar, aún así existen muchas inconsistencias y lagunas. Los defectos de estas evaluaciones disponibles señalan la necesidad de un programa sistemático de monitoreo mundial, que conduzca al desarrollo de una línea de base científicamente creíble y consistente del estado de la desertificación (C22.4.1).
El uso integrado de detecciones basadas en satélites o las fotografías aéreas con observaciones en el terreno pueden proporcionar datos consistentes, repetibles y costo-efectivos sobre la cubierta vegetal. Las tierras secas se prestan fácilmente a la detección satelital porque generalmente están libres de nubes y por lo tanto está disponible una amplia gama de imágenes. Se requiere una continuidad de observaciones para tener en cuenta la alta variabilidad interanual de los servicios de los ecosistemas de las tierras secas. La interpretación válida de las imágenes de la detección satelital relativas a la desertificación requiere la cuidadosa calibración y la validación con medidas en el terreno (tales como las de la cubierta vegetal, productividad biológica, evapotranspiración, fertilidad de suelo, e índices de compactación y erosión). El acceso a las imágenes basadas en los satélites a precio razonable, particularmente para los países en desarrollo, es de importancia crítica para llevar a cabo con eficacia tales aplicaciones integradas (S7.3.3).
Es necesario el monitoreo a largo plazo para distinguir entre el rol de las acciones humanas y de la variabilidad climática en la productividad de la vegetación. Los impactos de las actividades humanas (tales como el sobrepastoreo o la salinización del suelo) y de las variables climáticas (tales como la variabilidad interanual en la precipitación y los casos de sequía) sobre la productividad de la vegetación son difíciles de distinguir. Un ejemplo de esto son las repetidas sequías y hambrunas en la región del Sahel. (Véase el Cuadro 7.1) La cuantificación de tales impactos requiere una línea de base establecida de la productividad de la vegetación a partir de la cual se puedan evaluar los cambios. A menudo no se cuenta con esa línea de base, lo que se complica aun más debido a las fluctuaciones año tras año e inclusive década tras década (C2.2.1).
La comprensión de los impactos de la desertificación sobre el bienestar humano requiere que mejoremos nuestro conocimiento de las interacciones entre los factores socioeconómicos y las condiciones de los ecosistemas. La combinación de los factores que afectan el bienestar humano varía según la ubicación y el aspecto, según se muestra en el ejemplo del cuadro 7.1. La situación de la salud, por ejemplo, es el resultado combinado de la condición de los ecosistemas, del acceso al cuidado de la salud, de la situación económica, y de muchos otros factores. Un aumento pequeño en los precios de los alimentos que resultan de rindes más bajos afectará el bienestar de mucha gente. La identificación de los impactos es a menudo dificultosa, particularmente en los análisis a gran escala donde los impactos del cambio en los ecosistemas quedan a menudo ocultos tras la agregación de datos o se se ve obstaculizada por la carencia de información. Los análisis que ligan el bienestar humano y la condición de los ecosistemas se realizan muy fácilmente a escala local, donde las interrelaciones pueden ser claramente identificadas (C2.ES).
De ello resulta que la recolección de información sobre factores socioeconómicos relacionados con la desertificación necesita ser realizada en los niveles subnacionales. La EM pudo generar una comprensión específica de la correlación entre el bienestar humano y el nivel de aridez desagregando los datos económicos y de bienestar, como el PNB per capita, la mortalidad infantil y el índice del hambre en niños menores de cinco años a escala subnacional. Esto permitió la categorización de estos datos según el grado de aridez. Los esfuerzos de monitoreo a escala nacional que recogen directamente datos subnacionales y quizás a nivel de los hogares, son esenciales para nuestra comprensión de los impactos de la desertificación sobre el bienestar humano (C22.6.1).
Fuente y ©: EM
Capítulo 7, p.19-21
El documento fuente empleado en este Dosier dice:
Reducción de la Incertidumbre
Existen importantes desafíos científicos para la detección de los umbrales más allá de los cuales los sistemas de las tierras secas sufrirían un cambio fundamental o efectivamente irreversible. Esto proviene en parte de nuestra falta de comprensión de las interacciones entre los factores biofísicos, sociales y económicos. Las condiciones de los ecosistemas y los factores que las afectan son dinámicos y cambian con el tiempo. Esto complica las predicciones exactas de los resultados de las políticas y la detección de los umbrales irreversibles (C22.6).
El impacto de las estrategias de reducción de la pobreza sobre los servicios de los ecosistemas y la desertificación no ha sido completamente explorado por los gobiernos y la comunidad internacional. Es necesario tener más información para evaluar las conexiones entre las políticas para la reducción de la pobreza y de lucha contra la desertificación. Los vínculos pobreza-ecosistemas son generalmente ignorados en las políticas de reducción de la pobreza. Y cuando estas conexiones son incluidas, sólo se consideran los valores económicos. Las respuestas acertadas deben incluir nociones más amplias de lo que es la pobreza y deben intentar incluir de manera rutinaria la función de los servicios de los ecosistemas en los principales programas de reducción de la pobreza.
La contribución de las áreas urbanas de las tierras secas a la desertificación puede ser significativa pero se desconoce. La Gráf. 7.1 muestra la superposición de las áreas urbanas con las cuatro categorías de tierras secas. La dependencia de estas ciudades de los servicios de los ecosistemas de tierras secas y de las que no lo son generalmente no se conoce bien. Comprender esta dependencia ayudará también a determinar el grado en el cual las ciudades pueden aliviar la presión sobre las áreas desertificadas a través de oportunidades económicas, (.4.4
Fuente y ©: EM
Capítulo 7, p.21
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