Dar marcha atrás en la degradación de los ecosistemas al mismo tiempo que se satisface la demanda creciente de sus servicios es un gran reto, pero es un reto factible. Tres de los cuatro escenarios muestran que cambios en las políticas, instituciones y prácticas pueden mitigar algunas de las consecuencias negativas derivadas de las presiones crecientes sobre los ecosistemas. No obstante, las acciones que se requerirían para invertir la degradación son mucho más amplias que las que se están llevando hoy a cabo.
Entre otras, se requieren las siguientes acciones:
Ejemplos de acciones concretas llevadas a cabo en los distintos escenarios de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio:
Las acciones llevadas a cabo en el pasado para frenar o invertir la degradación de los ecosistemas han sido beneficiosas. Sin embargo, en general las mejoras no han sido tan rápidas como el aumento de las presiones y demandas. Aunque la mayoría de los servicios de los ecosistemas hayan sido degradados, el nivel de degradación habría sido mucho mayor si no se hubiesen tomado medidas en las décadas anteriores. Más en inglés…
Esta evaluación estudió un amplio abanico de posibles acciones beneficiosas para los ecosistemas (véase el Apéndice 2 sobre las opciones de respuesta). Las categorías generales de acciones que se muestran a continuación se antojaron especialmente prometedoras porque conducen a los mayores beneficios a largo plazo para los ecosistemas y para el bienestar humano. Más en inglés…
8.2.1 Instituciones y gobernanza: numerosas instituciones, a escala mundial tanto como nacional, tienen entre sus competencias el afrontar la degradación de los servicios de los ecosistemas pero eso les supone en muchos casos un desafío importante. Las instituciones actuales no fueron diseñadas para tener en cuenta las amenazas asociadas a la degradación de estos servicios, ni para llevar de manera adecuada la gestión de recursos de libre acceso, una característica con la que cumplen muchos de estos servicios. A veces se requieren cambios en el marco de la gobernanza institucional y medioambiental para permitir la gestión eficiente de los ecosistemas. Entre las acciones prometedoras están la integración de los objetivos de gestión de los ecosistemas en otros sectores y una mayor coordinación entre acuerdos internacionales sobre medioambiente. Más en inglés…
8.2.2 Economía e incentivos: las intervenciones económicas y financieras son instrumentos poderosos que permiten regular el uso de bienes y servicios. Sin embargo, desde el momento en que muchos de los servicios de los ecosistemas no se comercializan en los mercados, no existen señales mercantiles adecuadas (como el precio) que ayuden a su eficaz distribución y a su uso sostenible. Además, las personas afectadas por la degradación de los servicios de los ecosistemas no son en general las mismas que se benefician de las acciones que conducen a su degradación. Por esta razón, esos costes no se tienen en cuenta en la toma de decisiones. Entre las acciones prometedoras están la eliminación de subsidios que promuevan la pesca, la agricultura excesiva e insostenible, y un mayor uso de instrumentos mercantiles tales como los impuestos y las tarifas. Más en inglés…
8.2.3 Las acciones sociales y del comportamiento implica en general que las partes interesadas participen y se esfuercen en mejorar los ecosistemas y el bienestar humano. Entre las acciones prometedoras están una mejora en la comunicación y la educación y un fortalecimiento de grupos especialmente dependientes de los servicios de los ecosistemas (mujeres, pueblos indígenas y jóvenes, entre otros) o que se ven afectados por su degradación. Más en inglés…
8.2.4 Acciones tecnológicas: dado el aumento de la presión sobre los ecosistemas, es esencial el desarrollo y difusión de tecnologías que puedan aumentar la eficiencia del uso de recursos o que reduzcan los impactos sobre los ecosistemas. No obstante, los cambios tecnológicos también pueden tener consecuencias negativas desconocidas sobre los ecosistemas y sobre el bienestar humano. Es por lo tanto importante elaborar evaluaciones cuidadosas antes de introducir nuevas tecnologías, porque el coste de ajustes posteriores puede ser muy alto. Las acciones más prometedoras se centran, por ejemplo, en prácticas agrícolas, la restauración de ecosistemas y la eficiencia energética. Más en inglés…
8.2.5 Acciones basadas en la información: la falta o el uso inadecuado de información sobre distintos aspectos de los ecosistemas puede limitar la eficiencia de la gestión de los ecosistemas. Aunque existe información suficiente para llevar a cabo numerosas acciones que podrían ayudar a conservar los ecosistemas y mejorar el bienestar humano, hay todavía grandes lagunas. Por ejemplo, en la mayoría de las regiones se dispone de relativamente poca información sobre el status y el valor económico de la mayoría de los servicios de los ecosistemas, y su degradación aparece raramente reflejada en las cuentas económicas nacionales (como en el PIB). Además, los responsables de la toma de decisiones no emplean toda la información relevante disponible, como la información científica o la sabiduría popular. Entre las acciones prometedoras están: basar las decisiones de gestión e inversión en valores tanto mercantiles como no mercantiles de los ecosistemas, mejorar el uso de información relevante así como aumentar y apoyar la capacidad para evaluar las consecuencias de la alteración de los ecosistemas. Más en inglés…
La toma de decisiones es un proceso que varía dependiendo de la jurisdicción, institución o cultura. Existen una serie de elementos que tienden a mejorar las decisiones y a que sus consecuencias para los ecosistemas y el bienestar humano:
La toma de decisiones puede ser mejorada mediante el empleo de herramientas que permitan la participación de los actores involucrados, la colecta de información y la planificación.
Pueden usarse toda una serie de marcos y métodos para tomar mejores decisiones aún cuando existe incertidumbre con respecto a los datos, las predicciones, el contexto o la escala, pero pocos de esos métodos tienen en cuenta la equidad.
Los escenarios pueden utilizarse para abordar muchas incertidumbres, pero también crean sus propias incertidumbres debido a lo limitado de nuestra comprensión de las respuestas ecológicas y humanas.
Históricamente, la mayoría de las acciones en torno a los servicios de los ecosistemas se han concentrado en el aumento de la productividad a corto plazo de servicios de provisión tales como la producción de alimentos.
La gestión eficaz de los ecosistemas en cualquier región requiere acciones coordinadas a distintas escalas. Los actores de diferentes escalas perciben diferentes valores en diferentes servicios de los ecosistemas. Ignorar este hecho puede mermar la eficacia de las evaluaciones y conducir a políticas o programas inaplicables y desiguales en cualquier escala. Los servicios de los ecosistemas cuya importancia a escala mundial es grande, tales como la captura de carbono o el procesamiento de residuos, no tienen porque tener la misma importancia a escala local. Al igual, servicios de gran importancia a escala local no lo son tanto a escala mundial. La gestión activa de adaptación puede ser una herramienta especialmente valiosa para reducir incertidumbres en la toma de decisiones sobre la gestión de los ecosistemas. Más en inglés…
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