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Informe de Evaluación del IPCC sobre Cambio Climático (2022)

Cambio Climático Actualización 2007

8. ¿Qué medidas pueden tomarse para reducir las emisiones de gases a efecto invernadero?

  • 8.1 ¿Cuáles son los costes de la mitigación?
  • 8.2 ¿Cómo pueden influir los cambios en los modos de vida y de comportamiento?
  • 8.3 ¿Cuáles son los otros beneficios que puede proporcionar la mitigación?
  • 8.4 ¿Cómo pueden los diferentes sectores reducir sus emisiones?
  • 8.5 ¿Qué implicaciones tienen las medidas de mitigación a largo término?

8.1 ¿Cuáles son los costes de la mitigación?

Las medidas de mitigación pretenden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y pueden contribuir a evitar, reducir o retrasar los impactos del cambio climático.

Las medidas de mitigación implican un cierto coste. Sin embargo, también proporcionan beneficios económicos al reducir los impactos del cambio climático así como los costes asociados. Además, pueden aportar beneficios económicos al disminuir la contaminación local del aire y el agotamiento de los recursos energéticos.

El potencial de mitigación puede valorarse observando las opciones tecnológicas y reglamentarias para sectores específicos (“bottom-up”) u observando la economía en su conjunto (“top-down”). Ambos tipos de estudios (“bottom-up” y “top-down”) apuntan el gran potencial económico que representa la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas, que podría contrarrestar el aumento previsto de las emisiones a nivel mundial o reducirlas por debajo de los niveles actuales.

Aunque no se tomen en cuenta los beneficios resultantes de haber prevenido en cierto grado el cambio climático, existe una cantidad de oportunidades cuyos beneficios para la sociedad, como reducir los costes energéticos o la contaminación local, equivalen o superan los costes. Tan sólo implementando estas medidas de mitigación, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse unos 6 GtCO2 eq anuales en 2030 (en comparición, el total de las emisiones en el año 2000 eran de 43 GtCO2 eq).

Los incentivos para la mitigación aumentarían si se tomaran en cuenta los beneficios de haber prevenido en cierto grado el cambio climático y se estableciera un “precio del carbono” para cada unidad de emisión de gas de efecto invernadero. De hecho, las iniciativas políticas pueden ofrecer un “precio del carbono” real o implícito, por ejemplo a través de impuestos, reglamentos o esquemas para el comercio de las emisiones: cuanto más elevado sea este precio más se incentivará a los productores y consumidores a invertir en productos, tecnologías y procesos que emitan menos gases de efecto invernadero. Por ejemplo, si se establece el precio del carbono en torno a los 100 $ por tonelada de CO2 equivalente, las emisiones deberían reducirse de 16 a 31 GtCO2 eq/año.

Esto implica que el mercado funcione eficientemente, que las barreras frente a la implementación hayan sido eliminadas y que todos los sectores contribuyan a los objetivos generales de mitigación. Si se estabilizaran los niveles de concentración de gases de efecto invernadero en torno a los 445-535 ppm de CO2-eq (en 2005, se situaban en torno a los 455 ppm) el descenso del PIB mundial en 2030 sería inferior al 3%, mientras que si se estabilizaran en torno a los 590-710 ppm de CO2-eq, se podría incluso dar un leve aumento del PIB. Sin embargo, estos costes varían sustancialmente de una región a otra.

Los estudios indican que los costes podrían ser menores si:

  • Los ingresos derivados de los impuestos sobre el carbono y los permisos de emisión sirvieran para promocionar tecnologías con bajo consumo de carbono o remplazar otros impuestos ya existentes.
  • Las políticas de mitigación incluyeran todos los gases de efecto invernadero y sumideros de carbono.
  • Las políticas de mitigación combatieran las ineficiencias del mercado, como son los impuestos y los subsidios que provocan distorsiones en el mercado.

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Tabla SPM-4 Estimación para 2030 de los costes macroeconómicos globales

8.2 ¿Cómo pueden influir los cambios en los modos de vida y de comportamiento?

El transporte público puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
El transporte público puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
Fuente: GreenFacts

Los cambios en los modos de vida y de consumo que se centran en la conservación de los recursos pueden contribuir al desarrollo de una economía baja en carbono que sea, a la vez, equitativa y sostenible. Los programas de educación y formación pueden llevar a la aceptación de la eficiencia energética, contribuyendo a una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero:

  • En los edificios, puede reducirse el consumo energético a través del cambio de comportamiento de los ocupantes, de sus hábitos culturales y de sus elecciones de consumo
  • En las ciudades, la educación y planificación urbanística pueden limitar el uso del automóvil, promoviendo hábitos de conducción más ecológicos.
  • En las empresas, la formación del personal, los sistemas de recompensa, la retroalimentación regular y la documentación sobre las prácticas existentes, también pueden reducir el uso energético.

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8.3 ¿Cuáles son los otros beneficios que puede proporcionar la mitigación?

Las medidas de mitigación no sólo contribuyen a reducir o retrasar los impactos del cambio climático, también pueden tener otros efectos benéficos, por ejemplo en el uso energético y la contaminación local del aire.

Reducir la contaminación del aire mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero podría generar unos importantes beneficios sanitarios y, de ese modo, compensar parte de los costes de mitigación.

Las medidas de mitigación también pueden mejorar la seguridad energética y la producción agrícola, reduciendo a la vez la presión sobre los ecosistemas naturales.

Sin embargo, la mitigación en un país o grupo de países podría conducir a un aumento de las emisiones en otros lugares (“fugas de carbono”) o afectar a la economía global (“efectos colaterales“). Más en inglés…

8.4 ¿Cómo pueden los diferentes sectores reducir sus emisiones?

Actualmente, un gran número de tecnologías y prácticas claves en los diferentes sectores de las actividades humanas se encuentran disponibles en el comercio y podrían contribuir a mitigar el cambio climático (para más detalles, ver tabla SPM 3).

  • Suministro de Energía: gracias a la larga duración de la vida de las infraestructuras energéticas, las inversiones en ellas tendrán impactos a largo plazo sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Pueden generar oportunidades para alcanzar reducciones de emisiones para 2030, especialmente a través de las siguientes iniciativas:
    • Invirtiendo en la reducción del consumo energético, en lugar de invertir en nuevas infraestructuras de abastecimiento energético;
    • Sustituyendo el carbono por el gas;
    • Utilizando la energía nuclear, a pesar de que los problemas de seguridad, proliferación de armas y gestión de los residuos siguen sin resolverse;
    • Utilizando las energías renovables (hidrológica, solar, eólica, geotérmica y la bioenergia);
    • Aplicando las tecnologías de Captura y Almacenamiento de Carbono (CAC).

Un aumento del precio de los combustibles fósiles podría hacer que las alternativas bajas en carbono fuesen más competitivas, pero también podría conducir a un aumento del uso de las alternativas altas en carbono, como las arenas petrolíferas y los crudos pesados.

  • Transporte - Existen múltiples opciones de mitigación en el sector de los transportes: vehículos de consumo energético eficiente, vehículos híbridos, motores diesel más limpios, biocarburantes, elección del transporte ferroviario o público frente al transporte por carreteras, alternativas como los desplazamientos a pie o en bicicleta, y planificación urbana destinada a reducir las necesidades de transporte por carretera. Sin embargo, los esfuerzos de mitigación pueden verse contrarrestados por el crecimiento del sector al igual que por barreras, como son las preferencias del consumidor o la falta de marco político.
  • Edificios - Las opciones de eficiencia energética para los edificios existentes y futuros podrían reducir considerablemente las emisiones de CO2, generando, a la vez, un beneficio económico neto. Sin embargo, siguen existiendo muchas barreras contra la explotación de este potencial. Las opciones disponibles incluyen un alumbrado, electrodomésticos, calefactores y aires acondicionados eficientes, un aislamiento mejorado, el uso de la energía solar para la calefacción y la refrigeración, el reciclaje o el uso de alternativas a los gases fluorados para la refrigeración.
  • Industria - El potencial de mitigación es mayor en las industrias de producción energética intensiva. Los métodos incluyen el uso de equipos eléctricos eficientes, la recuperación del calor y de la energía, el reciclaje, y el control de las emisiones de otros gases que no sean CO2. En los países en vía de desarrollo, muchas instalaciones industriales son nuevas e incluyen las últimas tecnologías. Sin embargo, si se modernizaran las numerosas instalaciones antiguas e ineficientes, tanto en los países industrializados como en los países en vías de desarrollo, podrían reducirse significativamente las emisiones.
  • Agricultura: En su conjunto, las prácticas agrícolas pueden aportar una contribución significante de bajo coste, mediante el aumento de la cantidad de carbono almacenado bajo tierra (sumideros de carbono), la reducción de las emisiones de metano y de óxido nitroso, la producción de cultivos de uso energético, la mejora de las técnicas de cultivo del arroz, la mejora de la gestión del ganado y del abono (para reducir las emisiones de metano), y la mejora del uso de los fertilizantes (para reducir las emisiones de óxido nitroso). Sin embargo, la producción de biomasa para uso energético, al competir con otros usos de la tierra, podría tener impactos tanto positivos como negativos sobre el medio ambiente y la seguridad alimenticia.
  • Silvicultura: Las actividades de mitigación relacionadas con los bosques como la aforestación, la reforestación, la mejora de la gestión forestal, la reducción de la deforestación y el uso de productos forestales para remplazar los combustibles fósiles, pueden reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la captura del CO2 presente en la atmósfera. Dichos esfuerzos pueden también mejorar el desarrollo sostenible y la adaptación frente al cambio climático. La mayor parte del potencial de atenuación del cambio climático por la silvicultura se encuentra en las regiones tropicales, y esta atenuación podría alcanzarse particularmente reduciendo la deforestación.
  • Residuos: Los desechos derivados del consumo también participan, aunque en menor medida, a la emisión mundial de gases de efecto invernadero (<5%). Este sector también puede establecer medidas de mitigación a bajo coste mediante la recuperación de metano en vertederos, la recuperación de energía generada durante la incineración de desechos, la creación de abonos, el reciclaje y la reducción de los desechos.

Las técnicas de ingeniería geológica a gran escala, como la fertilización de los océanos para extraer directamente el CO2 de la atmósfera, o el bloqueo de la luz solar mediante materiales situados en la alta atmósfera, siguen siendo muy especulativas y no han sido comprobadas. Podrían comportar efectos secundarios desconocidos. Más en inglés…

8.5 ¿Qué implicaciones tienen las medidas de mitigación a largo término?

Con el fin de estabilizar la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero de ahí a 2100, las emisiones deberían dejar de crecer para luego reducirse. Cuanto más bajo se establezca el nivel de estabilización, más rápido tendrá que producirse este declive. Los esfuerzos de mitigación que se realicen a lo largo de las próximas dos o tres décadas tendrán un fuerte impacto sobre los niveles de estabilización a largo término.

Se han elaborado escenarios de mitigación para seis diferentes niveles de estabilización (Categoría I a VI, como aparece ilustrado en la tabla SPM-5 [en] y la figura SPM-8 [en]).

  • Por una parte, para alcanzar un nivel bajo de estabilización inferior a 490 ppm CO2 eq (Categoría I) las emisiones deberían dejar de crecer y empezar a disminuir antes de 2015. Esto podría conducir a un aumento de la temperatura mundial media de aproximadamente 2 a 2,4 ºC por encima de los niveles pre-industriales.
  • Por otra parte, si dicha disminución se retrasa y comienza, por ejemplo, entre 2060 y 2090, el nivel de estabilización podría alcanzar los 1030 ppm CO2 eq (Categoría VI), lo que podría conducir a un aumento de la temperatura media mundial de 4.9 a 6.3 ºC por encima de los niveles pre-industriales.

Estos niveles de estabilización de los gases de efecto invernadero en la atmósfera se pueden alcanzar desplegando las tecnologías que están actualmente disponibles en el mercado o que lo estarán en las próximas décadas. Tanto las medidas de eficiencia energética, como las inversiones mundiales, el despliegue de las tecnologías de baja emisión y la investigación sobre nuevas fuentes de energía serán necesarias para alcanzar la estabilización. Se necesitarán incentivos eficaces para el desarrollo, la adquisición, el despliegue y la difusión de las tecnologías y para derribar las barreras existentes.

Si para el año 2050 se alcanzan unos bajos niveles de estabilización, se calcula que los esfuerzos de mitigación podrían provocar una reducción del PIB mundial de hasta el 5,5%. Sin embargo, los costes pueden variar significantemente de una región a la otra.

Tabla SPM 6: Costes macro-económicos mundiales estimados para el año 2050 en relación con los costes de base de las trayectorias menos costosas hacia los diferentes objetivos de estabilización a largo término [en]

Las elecciones sobre la escala y el tiempo para mitigar los gases de efecto invernadero implican decisiones en materia de gestión de riesgos. Supone encontrar un equilibrio entre el coste económico de una rápida reducción de las emisiones y el riesgo climático que supone aplazar las medidas. Un aplazamiento conduciría a invertir en infraestructuras más emisoras, lo que restringiría mucho las posibilidades de alcanzar una estabilización a un nivel bajo, aumentando el riesgo de que los impactos del cambio climático sean más graves. Más en inglés…


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