El resumen del Informe de Síntesis de la IAASTD establece:
En este Informe de síntesis se captan la complejidad y diversidad de la agricultura y de los CCTA [Conocimientos, Ciencia y Tecnología agrícolas] en todas las regiones del mundo. Se basa en los Informes de la evaluación mundial y las cinco evaluaciones regionales donde se presenta la información necesaria para el análisis integrado de las principales inquietudes, el que es preciso llevar a cabo en pos del logro de los objetivos de desarrollo y sostenibilidad. Consta de dos partes en las que se aborda el interrogante fundamental, a saber: ¿de qué manera pueden utilizarse los conocimientos, la ciencia y la tecnología agrícolas para reducir el hambre y la pobreza, mejorar los medios de subsistencia en las zonas rurales, y promover un desarrollo equitativo que sea sostenible desde el punto de vista social, ambiental y económico? Los ocho temas intersectoriales son: bioenergía; biotecnología; cambio climático; salud humana; GRN [Gestión de los Recursos Naturales]; comercio y mercados; conocimientos locales y tradicionales e innovaciones a nivel comunitario, y el papel de la mujer en la agricultura. Este Informe de síntesis está compuesto por dos partes sustanciales. En la primera se identifican la situación actual, los desafíos y las opciones de acción que configuran los conocimientos, la ciencia y la tecnología agrícolas, en tanto que la segunda parte se centra en los ocho temas intersectoriales.
La Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD, por su sigla en inglés) es una respuesta frente a la constatación generalizada de que, a pesar de los notables logros científicos y tecnológicos en nuestra capacidad para mejorar la productividad agrícola, hemos prestado menos atención a algunas de las consecuencias sociales y ambientales no deseadas de nuestros logros. Nos encontramos ahora en una situación adecuada para reflexionar acerca de esas consecuencias y esbozar diversas opciones de políticas para hacer frente a los desafíos que se plantean de cara al futuro, que quizás se puedan caracterizar mejor como la necesidad de seguridad alimentaria y de medios de subsistencia en condiciones ambientales cada vez más limitadas desde dentro y fuera del ámbito de la agricultura y de los sistemas económicos globalizados.
Esta constatación generalizada guarda una relación directa con los objetivos de la IAASTD: el modo de utilizar los conocimientos, la ciencia y la tecnología agrícolas (CCTA) para reducir el hambre y la pobreza, mejorar los medios de subsistencia en las zonas rurales y promover un desarrollo equitativo que sea sostenible desde el punto de vista de ambiental, social y económico. Dentro del concepto de IAASTD, se reconoce la importancia de los CCTA para la multifuncionalidad de la agricultura y la intersección con otras preocupaciones locales o mundiales, como son la pérdida de biodiversidad y de servicios de los ecosistemas, el cambio climático y la disponibilidad de agua.
La IAASTD es única en la historia de las evaluaciones de la ciencia agrícola, ya que evalúa tanto la ciencia y la tecnología estructuradas como los conocimientos locales y tradicionales, aborda no sólo la producción y la productividad, sino también la multifuncionalidad de la agricultura y reconoce que existen numerosas perspectivas del cometido y la naturaleza de los CCTA. Durante muchos años, la ciencia agrícola se concentró en buscar componentes tecnológicos que mejorasen la productividad de las explotaciones donde los regímenes de mercado e institucionales establecidos por el Estado eran las principales causas de la adopción de nueva tecnología. El modelo general ha consistido en innovar continuamente, reducir los precios en la explotación agrícola y externalizar los costos. Este modelo hizo posibles los extraordinarios logros del sistema de CCTA en los países industrializados después de la Segunda Guerra Mundial y la difusión de la Revolución Verde a comienzos de los años sesenta. Ahora bien, dados los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos hoy, cada vez se reconoce más en las organizaciones oficiales del ámbito de la ciencia y la tecnología que debe revisarse el modelo actual de CCTA. Las actividades habituales han dejado de ser válidas. Ello conduce a replantear el papel que pueden desempeñar los CCTA en la consecución de los objetivos de desarrollo y sostenibilidad; un papel que implica un mayor compromiso desde diversas perspectivas mundiales y enfoques posiblemente contradictorios de modo que orienten y propongan estrategias de acción que permitan las múltiples funciones de la agricultura.
A fin de abordar la diversidad de necesidades e intereses que conforman la vida humana, necesitamos un enfoque común de la sostenibilidad que incluya la colaboración local y transnacional. No podemos eludir las dificultades apoyándonos simplemente en la agregación de las decisiones individuales para conseguir resultados colectivos sostenibles y equitativos. Se necesitan incentivos para influir en las elecciones de las personas. Algunas cuestiones, como la pobreza y el cambio climático, requieren también acuerdos colectivos sobre acciones concertadas y gestión en todos los niveles que van más allá de un llamamiento en pro del beneficio personal. A nivel mundial, regional, nacional y local, las instancias decisorias deben ser totalmente conscientes del hecho de que existen retos muy diversos y múltiples marcos teóricos y modelos de desarrollo, así como una amplia gama de opciones para alcanzar los objetivos de desarrollo y sostenibilidad. Nuestra percepción de los desafíos y de las decisiones que tomamos en este contexto histórico determinará el modo en que protegemos nuestro planeta y aseguramos nuestro futuro.
Los objetivos de desarrollo y sostenibilidad deben situarse en el contexto de: i) las disparidades sociales y económicas actuales, así como la incertidumbre política en relación con las guerras y los conflictos; ii) la incertidumbre acerca de la capacidad de producir y tener acceso a suficientes alimentos de forma sostenible; iii) la incertidumbre acerca del futuro de los precios mundiales de los alimentos; iv) los cambios en la economía del consumo energético basado en los combustibles fósiles; v) la aparición de nuevos competidores en el sector de los recursos naturales; vi) el aumento del número de enfermedades crónicas que son, en parte, consecuencia de carencias nutricionales y la mala calidad de los alimentos, así como la inocuidad alimentaria, y vii) condiciones ambientales cambiantes y una concienciación cada vez mayor acerca de la responsabilidad del hombre con respecto al mantenimiento de los servicios mundiales de los ecosistemas (suministro, reglamentación, aspectos culturales y apoyo).
En la actualidad, existe un mundo de desarrollo asimétrico, uso insostenible de los recursos naturales y pobreza rural y urbana persistente. En general, las consecuencias negativas de los cambios mundiales son más significativas para las personas más pobres y más vulnerables, que históricamente han tenido pocos derechos y escasas oportunidades de crecimiento.
El ritmo de generación y adopción de tecnología formal ha sido sumamente dispar. Los interlocutores de América del Norte y Europa, así como de las economías emergentes que han conseguido economías de escala considerables gracias a un sistema de CCTA estructurado seguirán dominando las exportaciones agrícolas y las cadenas de valor extendidas. Existe una necesidad apremiante de diversificar y fortalecer los CCTA reconociendo las diferencias en las agroecologías y las condiciones sociales y culturales. La necesidad de reformular los CCTA, reducir la pobreza y mejorar las opciones de subsistencia de los pobres de las zonas rurales, especialmente de los que carecen de tierras y de las comunidades campesinas y los trabajadores urbanos migrantes o del sector extraoficial, representa un gran reto.
Existe una preocupación primordial en todas las regiones por lo que concierne a la reducción de la pobreza y a las posibilidades de subsistencia de las poblaciones pobres que se enfrentan a disparidades intrarregionales e interregionales. Se reconoce que la creciente crisis de la seguridad alimentaria tiene una complejidad diferente y una magnitud potencialmente distinta de la que se produjo en los años sesenta. La capacidad y la voluntad de distintos interlocutores, incluidos las autoridades, la sociedad civil y el sector privado, para hacer frente a cuestiones vitales relativas a las relaciones entre los sistemas productivos, social y ambiental se ven afectadas por posiciones políticas y económicas en pugna.
El reconocimiento de los retos actuales y la aceptación de las opciones disponibles para encararlos requieren un compromiso a largo plazo de las personas responsables de tomar decisiones en respuesta a las necesidades específicas de una amplia gama de interesados. Es preciso reconocer los sistemas de adquisición de conocimientos y el ingenio humano en los ámbitos científico, tecnológico, práctico y político, a fin de acometer los retos, las oportunidades y la incertidumbre futuros. Este reconocimiento requerirá un cambio hacia modelos de desarrollo no jerárquicos.
Para los CCTA, el principal reto consiste en aumentar la productividad de la agricultura de una manera sostenible. Los conocimientos, la ciencia y la tecnología agrícolas deben permitir abordar las necesidades de explotaciones pequeñas en ecosistemas diversos y crear oportunidades realistas para su desarrollo cuando haya pocas posibilidades de mejorar la productividad de área y el cambio climático pueda tener sus consecuencias más adversas. Algunos de los principales desafíos que plantean los sistemas agropecuarios multifuncionales con respecto a los CCTA son:
- ¿Cómo se pueden mejorar el bienestar social y la subsistencia personal en el sector rural y reforzar los efectos multiplicadores de la agricultura?
- ¿Cómo se puede habilitar a los interesados marginados para que conserven la diversidad de los sistemas agrícolas y alimentarios, incluidas sus dimensiones culturales?
- ¿Cómo se puede proporcionar agua potable, mantener la biodiversidad, respaldar la base de recursos naturales y minimizar los efectos adversos de las actividades agrícolas en la población y el medio ambiente?
- ¿Cómo se pueden mantener y fortalecer los servicios ambientales y culturales aumentando al mismo tiempo la productividad sostenible y la diversidad de alimentos y fibras, así como la producción de biodiésel?
- ¿Cómo se pueden administrar eficazmente la generación de conocimientos mediante la colaboración entre interlocutores cada vez más heterogéneos y la corriente de información entre diversos regímenes organizativos públicos y privados relacionados con el sistema de CCTA?
- ¿Cómo se puede vincular la producción de tierras de secano marginadas con los mercados local, nacional y mundial?
Source & ©:
IAASTD,
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