Además de proporcionar madera y otros productos, los bosques y los árboles situados fuera de los bosques tienen un papel protector, por ejemplo en relación con la protección de ecosistemas, con el mantenimiento de los recursos acuíferos y con la prevención de impactos provocados por inundaciones, avalanchas, sequías y procesos de erosión. Muchos países han identificado áreas forestales protegidas y les han otorgado un estatuto especial.
Sus funciones protectoras, que pueden ser de ámbito local o global, comprenden:
Aunque los datos disponibles sobre las zonas con fines protectores sean, de alguna forma, limitadas [Ver Figura 6.1], las informaciones que se presentan aquí son un buen comienzo y demuestran la importancia de la función protectora de los bosques. Más en inglés…
En 2005 la superficie total de bosques declarados teniendo como función principal la protección [Cuadro 6.2] se situaba alrededor del 10% del total del área forestal (3,5 millones de km2). Asia posee la mayor proporción de bosques que tienen la protección como función principal, seguida por Sudamérica y Europa.
Las cifras declaradas por los países de África Central y Occidental son muy bajas. Esto puede explicarse por el hecho de que sólo unos pocos países de estas regiones disponen de datos fiables. En América Central y del Norte así como en Oceanía sólo una porción relativamente reducida de bosques ha sido designada teniendo la protección como función principal. Esto se debe a que las áreas forestales de EEUU, Canadá y Australia suelen clasificarse teniendo múltiples funciones u objetivos, y no como teniendo la protección como función principal.
En 2005, todas las áreas forestales con la protección como función principal o secundaria representaban, aproximadamente, un tercio del área forestal mundial ( 11,9 millones de km2). [Cuadro 6.3]
Según los datos disponibles, ha habido un aumento general del nivel de zonas boscosas que tienen la protección como función principal; pasando de 8% en 1990 a 9% en 2005. De la misma forma también se constata un aumento de las zonas boscosas que tienen la protección como una de sus funciones principales, pasando de 61% en 1990 a 65% en 2005. Más en inglés…
Muchos Estados, reconociendo la importancia del papel protector de los bosques, han sembrado amplias plantaciones forestales y árboles con este fin para, por ejemplo, estabilizar las dunas de arena o para crear paravientos. Aunque las plantaciones forestales protectoras pueden estar sujetas a la explotación forestal de madera u otros productos, su función principal es de índole protector.
En 2005, la superficie mundial de plantaciones forestales protectoras era de 301.000 km2 [Cuadro 6.5] (un poco menos del 1% del área forestal global). Los diez países que poseen la mayor proporción de plantaciones forestales protectoras representaban el 85% del total de la superficie terrestre mundial de plantaciones forestales protectoras.
A escala mundial, la superficie de plantaciones forestales protectoras aumentó una media de 4.050 km2 por año entre 1990 y el año 2000, y de 3.300 km2 por año entre 2000 y 2005. Estas plantaciones representan una pequeña proporción de la superficie forestal mundial, pero está en aumento, pasando de 0.63% en 1990, a 0.75% en 2000 y a 0.82% en 2005. Esta tendencia no sólo refleja el establecimiento de nuevas plantaciones forestales protectoras sino también la reclasificación de las áreas forestales existentes (P.e: en Japón). Más en inglés…
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