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Cultivos Transgénicos y OMG

4. ¿Es seguro comer alimentos a base de plantas modificadas genéticamente?

  • 4.1 ¿Podrían estos alimentos tener efectos sobre la salud?
    • 4.1.1 Alérgenos y toxinas
    • 4.1.2 Resistencia a los antibióticos y a los herbicidas
    • 4.1.3 Beneficios para la salud
  • 4.2 ¿Cómo se debería evaluar la seguridad de los alimentos trangénicos
  • 4.3 ¿Cómo deberían etiquetarse los alimentos modificados genéticamente?

4.1 ¿Podrían estos alimentos tener efectos sobre la salud?

    • 4.1.1 Alérgenos y toxinas
    • 4.1.2 Resistencia a los antibióticos y a los herbicidas
    • 4.1.3 Beneficios para la salud

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

Todavía no se dispone más que de los primeros datos científicos acerca de las repercusiones de la ingeniería genética en el medio ambiente y la salud. En este capítulo se hace un resumen del estado actual de los conocimientos científicos sobre los posibles riesgos para la salud y el medio ambiente (Recuadro 17) derivados de la ingeniería genética en la agricultura y la alimentación, al que sigue un examen de la función de los órganos internacionales de normalización en la armonización de los procedimientos de análisis de riesgos para estos productos (Recuadro 18). Los datos científicos presentados en este capítulo se basan en gran parte en un informe reciente del Consejo Internacional de Uniones Científicas (CIUC) (2003). El informe del CIUC se basa en 50 evaluaciones científicas independientes realizadas por grupos autorizados de distintas partes del mundo, entre los que figuran la Comisión del Codex Alimentarius FAO/OMS, la Comisión Europea, la OCDE y las academias nacionales de ciencias de muchos países, como Australia, Brasil, China, Francia, India, los Estados Unidos y el Reino Unido. Además, este capítulo se basa en evaluaciones científicas realizadas recientemente por el Nuffield Council on Bioethics (2003 - al que se llamará en adelante Nuffield Council), el grupo de examen de la ciencia de la modificación genética del Reino Unido, GM Science Review Panel (2003) y la Royal Society (2003). Estas evaluaciones no estaban disponibles cuando se preparó el informe del CIUC. Existe un consenso sustancial dentro de la comunidad científica sobre muchas de las principales cuestiones de seguridad relacionadas con los productos transgénicos, pero los científicos no están de acuerdo en algunos problemas y sigue habiendo lagunas en los conocimientos.

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos

Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos

Los cultivos transgénicos actualmente disponibles y los alimentos de ellos derivados han sido considerados seguros para su consumo y los métodos utilizados para probar su inocuidad se han considerado apropiados. Estas conclusiones representan el consenso resultante de las pruebas científicas examinadas por el CIUC (2003) y están en consonancia con las opiniones de la OMS (2002). Para determinar si estos alimentos aumentan los riesgos para la salud humana, varias instituciones nacionales de normalización (entre otras, las de Argentina, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos y el Reino Unido) los han evaluado utilizando sus procedimientos nacionales de inocuidad de los alimentos (CIUC). Hasta la fecha no se han descubierto en ninguna parte del mundo efectos tóxicos perjudiciales o nutricionalmente nocivos verificables resultantes del consumo de alimentos derivados de cultivos modificados genéticamente (GM Science Review Panel). Muchos millones de personas han consumido derivados de plantas modificadas genéticamente -principalmente maíz, soja y colza- sin que se hayan observado efectos adversos (CIUC).

Sin embargo, la falta de pruebas de efectos negativos no significa que los nuevos alimentos transgénicos no entrañen ningún riesgo (CIUC, GM Science Review Panel). Los científicos reconocen que no se sabe lo suficiente sobre los efectos a largo plazo de tales alimentos (ni de la mayoría de los tradicionales). Será difícil detectar efectos a largo plazo porque hay muchos factores que desconciertan, tales como la variedad genética existente en los alimentos y problemas para evaluar los efectos de los alimentos enteros. Además, es posible que resulte más difícil evaluar otros alimentos transformados genéticamente que son más complejos y más nuevos y que con mayor probabilidad causan efectos no deseados. Los nuevos instrumentos de caracterización genética pueden ser útiles para examinar alimentos enteros a fin de determinar si se producen cambios no deseados en su composición (CIUC).

Las principales preocupaciones relativas a la inocuidad de los productos transgénicos y los alimentos de ellos derivados consisten en la posibilidad de un aumento de alérgenos, toxinas u otros compuestos nocivos; la transferencia horizontal de genes, especialmente de genes resistentes a los antibióticos; y otros efectos no deseados (FAO/OMS, 2000). Muchas de estas preocupaciones se aplican también a variedades de plantas desarrolladas utilizando métodos convencionales de mejoramiento genético y cultivadas con prácticas agrícolas tradicionales (CIUC). Además de estas preocupaciones, hay beneficios directos e indirectos para la salud relacionados con los alimentos transgénicos que deberían evaluarse de forma más completa.

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos

4.1.1 Alérgenos y toxinas

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

Alérgenos y toxinas

La tecnología genética -lo mismo que el mejoramiento tradicional- puede incrementar o reducir la cantidad tanto de proteínas como de toxinas u otros compuestos nocivos presentes naturalmente en los alimentos. Los alimentos elaborados tradicionalmente no se suelen examinar para determinar estas sustancias, si bien se hallan en muchos casos naturalmente presentes y pueden resultar afectadas por el mejoramiento tradicional. Se desaconseja la utilización de genes de fuentes alergénicas conocidas en experimentos de transformación y, si se encuentra que un producto transformado plantea un mayor riesgo de alergenicidad, deberá interrumpirse su producción. Los alimentos modificados genéticamente que se hallan normalmente en el mercado han sido examinados para determinar si tienen niveles mayores de alérgenos y toxinas conocidas y no se ha encontrado ninguno que los tenga (CIUC). Los científicos están de acuerdo en que estos ensayos normalizados deben evaluarse y mejorarse continuamente y de que hay que actuar con cautela al evaluar todos los alimentos nuevos, incluidos los derivados de cultivos transgénicos (CIUC, GM Science Review Panel).

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos
Subsección Alérgenos y toxinas

4.1.2 Resistencia a los antibióticos y a los herbicidas

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

Resistencia a los antibióticos

La transferencia horizontal de genes y la resistencia a los antibióticos son una preocupación relacionada con la inocuidad de los alimentos porque muchos cultivos modificados genéticamente de la primera generación se crearon utilizando genes marcadores resistentes a los antibióticos. Si estos genes pudieran transferirse de un producto alimenticio a las células del cuerpo o a las bacterias del tracto gastrointestinal, se podrían desarrollar cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, con consecuencias perjudiciales para la salud. Aunque los científicos creen que la probabilidad de la transferencia es extremadamente baja (GM Science Review Panel), un grupo de expertos de la FAO y la OMS (2000) y otros organismos han desaconsejado la utilización de genes resistentes a los antibióticos. Los investigadores han diseñado métodos para eliminar los marcadores resistentes a los antibióticos de las plantas sometidas a ingeniería genética (Recuadro 20).

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos,
Subsección Resistencia a los antibióticos

RECUADRO 20
Transformación de «genes limpios» en el CIMMYT
Desde la introducción de los cultivos modificados genéticamente, una parte de la sociedad civil ha expresado preocupación por los genes con resistencia a los antibióticos y a los herbicidas que se utilizan como marcadores seleccionables en el desarrollo de plantas transgénicas. Aducen los peligros potenciales ecológicos y para la salud, específicamente la evolución de «supermalezas» a partir de la resistencia a los herbicidas y la creación de resistencia a los antibióticos en los patógenos humanos. Aunque la mayoría de los científicos consideran que estas preocupaciones son en gran parte infundadas y ningún peligro se ha materializado realmente, el desarrollo de transgénicos exentos de genes marcadores ayudaría a eliminar tales preocupaciones y podría contribuir a la aceptación pública de cultivos transgénicos (Zuo et al., 2002).

Se han publicado varios métodos para crear plantas transformadas que no lleven genes marcadores, por ejemplo, la cotransformación (Stahl et al., 2002), elementos transponibles (Rommens et al., 1992), recombinación específica del lugar (Corneille et al., 2001) y recombinación intracromosomal (De Vetten et al., 2003). El Centro internacional de mejoramiento de maíz y trigo (CIMMYT) se dedica a proporcionar a los agricultores con pocos recursos de países en desarrollo las mejores opciones para aplicar sistemas sostenibles de producción de maíz y trigo. El CIMMYT considera que, aunque los cultivos modificados genéticamente no resolverán todos los problemas de los agricultores, la tecnología tiene un gran potencial y debería evaluarse.

Científicos del CIMMYT han puesto a punto y adaptado una técnica de transformación para el maíz y el trigo que permite producir plantas modificadas genéticamente que no llevan genes marcadores seleccionables. Con esta técnica, se introducen y se integran separadamente en el genoma dos fragmentos de ADN, uno de los cuales contiene un gen marcador seleccionable y el otro, el gen que interesa. Durante el proceso de selección, estos genes se separan el uno del otro, permitiendo seleccionar plantas que tengan sólo el gen que interesa. Científicos del CIMMYT ensayaron esta técnica sencilla utilizando el gen seleccionable bar y los genes Bt, Cry1Ab y Cry1Ba, y consiguieron con éxito plantas sin gen marcador seleccionable, pero con el gen Bt y que expresaban altos niveles de toxina Bt. Las plantas transgénicas no se podían distinguir morfológicamente de las no transformadas y el rasgo introducido se heredaba de forma estable en las generaciones siguientes.

En colaboración con el Kenya National Agricultural Institute y la Syngenta Foundation for Sustainable Agriculture, se está intentando ahora transferir estos «elementos limpios» a variedades locales de maíz de Kenya, para proporcionar a los agricultores con pocos recursos otra posibilidad de combatir los insectos de la forma que mejor conocen, la semilla que siembran. Se está empleando un método semejante para fortalecer otros rasgos importantes, como la tolerancia al estrés abiótico y el contenido de micronutrientes. La mejora de la tolerancia al estrés, especialmente al de la sequía, beneficiaría directamente a los agricultores y las plantas bioenriquecidas podrían ejercer un efecto importante en la salud de los niños de países en desarrollo.

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos,
Recuadro 20

Otros cambios no intencionados

Es posible que se produzcan otros cambios no intencionados en la composición de los alimentos durante la mejora genética por medio del mejoramiento tradicional y/o la tecnología genética. Para determinar los cambios en nutrientes y toxicantes conocidos introducidos en los productos modificados genéticamente de forma programada, se utiliza el análisis químico. Pero los científicos reconocen que pueden necesitarse ensayos adicionales, ya que unas modificaciones genéticas más amplias, que entrañen transgenes múltiples, pueden acrecentar la probabilidad de otros efectos no deseados (CIUC, GM Science Review Panel).

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos,
Subsección Otros cambios no intencionados

4.1.3 Beneficios para la salud

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

Beneficios potenciales de los alimentos transgénicos para la salud

Los científicos están de acuerdo en general en que la ingeniería genética puede ofrecer beneficios directos e indirectos para la salud de los consumidores (ICSU). Los beneficios directos pueden derivarse de la mejora de la calidad nutricional de los alimentos (por ejemplo, arroz dorado), la reducción de la presencia de compuestos tóxicos (por ejemplo, mandioca con menos cianuro) y la disminución de alérgenos en determinados alimentos (por ejemplo, maní y trigo). No obstante, es necesario demostrar que, en los nuevos alimentos, están genéticamente expresados y nutricionalmente disponibles niveles nutricionalmente significativos de vitaminas y otros nutrientes y que no hay efectos no deseados (CIUC). Los beneficios indirectsos para la salud pueden derivarse del menor uso de plaguicidas, la menor presencia de micotoxinas (causadas por insectos o enfermedades), la mayor disponibilidad de alimentos accesibles y la eliminación de compuestos tóxicos del suelo. Es preciso documentar mejor estos beneficios directos e indirectos (CIUC, GM Science Review Panel).

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Repercusiones implicadas con la inocuidad de los alimentos,
Subsección Beneficios potenciales de los alimentos transgénicos para a salud

4.2 ¿Cómo se debería evaluar la seguridad de los alimentos trangénicos

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

 

RECUADRO 17
Naturaleza del riesgo y análisis de riesgos
El riesgo es parte integrante de la vida cotidiana. Ninguna actividad está exenta de riesgos. En algunos casos el no actuar entraña también riesgos. La agricultura, en todas sus formas, plantea riesgos para los agricultores, los consumidores y el medio ambiente. El análisis de riesgos consiste en tres etapas: evaluación del riesgo, gestión del riesgo y comunicación del riesgo. La evaluación del riesgo valora y compara las pruebas científicas sobre los riesgos en cuestión con los de otras actividades posibles. La gestión del riesgo -que elabora estrategias para prevenir y controlar los riesgos dentroA de límites aceptables- se basa en la evaluación del riesgo y tiene en cuenta varios factores, como valores sociales y la economía. La comunicación del riesgo entraña un diálogo continuo entre los órganos normativos y el público acerca del riesgo y de las opciones para su gestión, a fin de que puedan adoptarse las decisiones apropiadas.

El riesgo suele definirse como «la probabilidad de un peligro». Un peligro, en cambio, es todo lo que cabe pensar que pueda causar perjuicio. El peligro no constituye un riesgo por sí mismo. Por ello, la evaluación del riesgo implica responder a las tres preguntas siguientes: ¿Qué podría ir mal? ¿Qué probabilidad hay de que ocurra? ¿Cuáles son las consecuencias? El riesgo asociado con cualquier acción depende de los tres elementos de la ecuación:

           Riesgo = peligro × probabilidad × consecuencias.

El concepto aparentemente sencillo de evaluación de riesgos es, de hecho, bastante complejo y se basa en un juicio, además de la ciencia. Se puede infraestimar el riesgo si no se identifican y caracterizan adecuadamente algunos peligros, si la probabilidad de que ocurra el peligro es mayor de lo previsto o si sus consecuencias son más graves que lo previsto. La probabilidad asociada con un peligro depende también, en parte, de la estrategia de gestión que se utiliza para controlarlo.

En la vida diaria, el riesgo significa cosas diferentes para personas diferentes, según sus características sociales, culturales y económicas. Es posible que las personas que luchan por sobrevivir acepten más riegos que las que viven bien, si creen que con ello pueden mejorar su vida. Por otra parte, muchos agricultores pobres eligen sólo tecnologías de bajo riesgo porque trabajan en los límites de la supervivencia y no pueden permitirse afrontar riesgos. El riesgo significa también cosas diferentes para la misma persona en distintos momentos, según la situación y el problema concretos. Es más probable que una persona acepte los riesgos relacionados con actividades conocidas y elegidas libremente, incluso aunque sean grandes. En el análisis de riesgos, hay que tener en cuenta las siguientes preguntas: ¿Quién corre el riesgo y quién se beneficia? ¿Quién evalúa el peligro? ¿Quién decide qué riesgos son aceptables?

 

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Recuadro 17

Normas internacionales sobre el análisis de la inocuidad de los alimentos

La Comisión del Codex Alimentarius, en su 26º período de sesiones celebrado del 30 de junio al 7 de julio de 2003, adoptó acuerdos decisivos sobre principios para la evaluación de alimentos obtenidos por medios biotecnológicos modernos (FAO/OMS, 2003a) y sobre directrices para la realización de la evaluación de la inocuidad de los alimentos derivados de plantas de ADN recombinante (FAO/OMS, 2003b) y de alimentos producidos utilizando microorganismos de ADN recombinante (FAO/OMS, 2003c). Se halla en examen un cuarto documento sobre el etiquetado.

Estas directrices del Codex indican que el proceso de evaluación de la inocuidad de un alimento transgénico debe realizarse comparándolo con su homólogo convencional, que generalmente se considera inocuo debido al largo historial de su uso, centrándose en la determinación de similitudes y diferencias entre ambos. Cuando se identifique un problema de inocuidad, debe caracterizarse el riesgo asociado al mismo a fin de determinar su relevancia para la salud humana. Se comienza esto con la descripción de los organismos huésped y donante y la caracterización de la modificación genética. La evaluación subsiguiente de la inocuidad deberá tener en cuenta factores como la toxicidad, las tendencias a provocar una reacción alérgica (alergenicidad), los efectos del cambio en la composición de nutrientes (antinutrientes) fundamentales y metabolitos, la estabilidad del gen insertado y la modificación nutricional asociada con la modificación genética. Si, después de una evaluación completa de estos factores, se concluye que el alimento modificado genéticamente en cuestión es tan inocuo como su homólogo convencional, se considera que es adecuado para el consumo.

Las críticas de este método comparativo consisten en que se necesitan métodos no orientados específicamente que analicen el contenido de los alimentos completos para evaluar tanto los efectos intencionales como los no intencionales (CIUC). Los científicos están de acuerdo en general en que los alimentos transgénicos deben evaluarse caso por caso, centrándose en el producto en sí y no en el proceso mediante el cual fue creado. Están también de acuerdo en que es preciso evaluar la inocuidad de los alimentos modificados genéticamente antes de que salgan al mercado, debido a que el seguimiento posterior en el mercado será probablemente difícil, costoso y tal vez no produzca datos útiles a causa de la composición compleja de las dietas y la variabilidad genética de las poblaciones (CIUC).

Principios para el análisis de riesgos de alimentos obtenidos por medios biotecnológicos modernos

En los Principios se toma la definición de biotecnología moderna del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica, y se incluyen principios sobre la evaluación de riesgos, gestión de riesgos y comunicación de riesgos. Se reconoce en ellos que los métodos de análisis de riesgos, utilizados para abordar peligros químicos relacionados con sustancias como residuos de plaguicidas, contaminantes, aditivos alimentarios y coadyuvantes de elaboración, son difíciles de aplicar a los alimentos enteros. Se aclara que el análisis de riesgos incluye una evaluación de la inocuidad para determinar si existe un peligro o preocupación nutricional de otra índole en cuanto a la inocuidad y, en caso afirmativo, reunir información sobre su carácter y gravedad. Se refleja en ellos el concepto de equivalencia sustancial en virtud del cual la evaluación de la inocuidad debe incluir una comparación entre el alimento obtenido por medios biotecnológicos modernos y su homólogo convencional, pero no limitarse a ella. La comparación debe determinar similitudes y diferencias entre ambos. La evaluación de la inocuidad debe a) tomar en consideración tanto los efectos intencionales como los no intencionales, b) identificar los peligros nuevos o alterados y c ) identificar los cambios de interés para la salud humana que se producen en los nutrientes claves. La evaluación de la inocuidad deberá realizarse caso por caso.

Las medidas de gestión de riesgos deben ser proporcionales al riesgo. Deberán tener en cuenta, cuando sea pertinente, «otros factores legítimos» de conformidad con las decisiones generales de la Comisión del Codex y los Principios de aplicación práctica del Codex para el análisis de riesgos (FAO/OMS, 2003d). Diferentes medidas de gestión de riesgos pueden permitir alcanzar el mismo objetivo. Los encargados de la gestión de riesgos deben tener en cuenta las incertidumbres identificadas en la evaluación de éstos y tomar medidas apropiadas para controlarlas. Las medidas de gestión de riesgos pueden incluir el etiquetado de alimentos, las condiciones para aprobar su comercialización, la vigilancia tras la puesta en el mercado y la elaboración de métodos para detectar o identificar alimentos obtenidos por medios biotecnológicos modernos. El rastreo de los productos puede ser también útil para la buena aplicación de las medidas de gestión de riesgos.

Los principios sobre comunicación de riesgos se basan en la premisa de que una comunicación de riesgos eficaz es esencial en todas las fases de la evaluación y gestión de los riesgos. Se trata de un proceso interactivo que estimula el asesoramiento y la participación de todas las partes interesadas. Los procesos deben ser transparentes, completamente documentados y abiertos a la opinión pública, respetando a la vez las preocupaciones legítimas por salvaguardar el carácter confidencial de la información comercial e industrial. Los informes sobre evaluaciones de inocuidad y otros aspectos del proceso de adopción de decisiones deben estar a disposición del público. Deberán crearse procesos de consulta responsable.

Directrices para la realización de la evaluación de la inocuidad de los alimentos obtenidos de plantas de ADN recombinante

Las Directrices para la realización de la evaluación de la inocuidad de los alimentos obtenidos de plantas de ADN recombinante fueron aprobadas también en el 26º período de sesiones de la Comisión del Codex Alimentarius (julio de 2003). Tienen por objeto apoyar los principios para el análisis de riesgos de alimentos obtenidos por medios biotecnológicos modernos. Se describe en ellas el método recomendado para hacer una evaluación de la inocuidad de los alimentos obtenidos de plantas de ADN recombinante en los casos en que existe un producto homólogo convencional. Se define el homólogo convencional como «una variedad afín cuya inocuidad está establecida por la experiencia de su uso común como alimento». Las técnicas que se describen en las Directrices pueden aplicarse a alimentos derivados de plantas que han sido alteradas mediante otras técnicas distintas de los medios biotecnológicos modernos. Las Directrices ofrecen una introducción y motivación de la evaluación de la inocuidad de los alimentos derivados de plantas de ADN recombinante, y establecen distinciones entre esta evaluación y la evaluación de riesgos toxicológicos convencional de compuestos individuales, que se basa en estudios sobre animales. «La finalidad de la evaluación de inocuidad es llegar a una conclusión con respecto a si el nuevo alimento es tan inocuo como el homólogo convencional con el que se le compara, y no menos nutritivo que él.» Las Directrices indican que la equivalencia sustancial no es, por sí misma, una evaluación de la inocuidad, sino que representa un punto de partida para estructurar la evaluación de la inocuidad de un alimento nuevo en relación con su homólogo convencional. Se emplea para determinar analogías y diferencias entre el alimento nuevo y el producto homólogo convencional. Se evalúa después la inocuidad de las diferencias identificadas, teniendo en cuenta los efectos no intencionales derivados de la modificación genética. Los encargados de la gestión del riesgo determinan esto y elaboran medidas para la gestión de los riesgos, según proceda.

Directrices para la evaluación de la inocuidad de los alimentos producidos utilizando microorganismos de ADN recombinante

Estas Directrices tienen también por objeto facilitar orientaciones sobre el procedimiento de evaluación de la inocuidad de alimentos producidos utilizando microorganismos de ADN recombinante, basándose en el marco de evaluación de riesgos establecido en los Principios. Lo interesante en el caso de los microorganismos de ADN recombinante es que se recomienda la comparación no sólo entre ellos y sus homólogos (microorganismos) convencionales, sino también entre los alimentos producidos utilizándolos y los alimentos originales.

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Normas internacionales sobre el análisis de la inocuidad de los alimentos

4.3 ¿Cómo deberían etiquetarse los alimentos modificados genéticamente?

El documento fuente empleado en este Dosier dice:

Texto del Codex en examen sobre el etiquetado de alimentos modificados genéticamente

Además de los principios y directrices citados, se halla todavía en examen el Proyecto de recomendaciones para el etiquetado de alimentos obtenidos por medio de determinadas tecnologías de modificación genética (FAO/OMS, 2003e), muchas de cuyas secciones se escriben todavía entre corchetes, lo que significa que no se ha acordado su texto. La finalidad de las directrices es su aplicación para el etiquetado de alimentos e ingredientes de los alimentos en tres situaciones, cuando: (1) sean significativamente diferentes de los homólogos convencionales; (2) contengan o estén compuestos de un organismo modificado genéticamente/sometido a la ingeniería genética o contengan proteína o ADN proveniente de la tecnología de genes; y (3) se produzcan a partir de, pero no contengan, organismos modificados genéticamente/sometidos a ingeniería genética, proteína o ADN proveniente de la tecnología genética.

Según el CIUC, los científicos no están plenamente de acuerdo sobre la función apropiada del etiquetado. Aunque el etiquetado obligatorio se utiliza tradicionalmente para ayudar a los consumidores a identificar alimentos que pueden contener alérgenos u otras sustancias potencialmente peligrosas, no se utilizan las etiquetas para ayudar al consumidor que desee seleccionar determinados alimentos basándose en su modo de producción, o en motivos ambientales (por ejemplo, orgánicos), éticos (por ejemplo, comercio equitativo) o religiosos (por ejemplo, kosher). Son diferentes los tipos de información de etiquetado que los países exigen o permiten. Según el CIUC, «el etiquetado de los alimentos como modificados o no modificados genéticamente puede permitir al consumidor hacer una elección en cuanto al proceso por el que se produce el alimento, pero no facilita ninguna información sobre el contenido de los alimentos ni sobre si existen riesgos y/o beneficios asociados con determinados alimentos». El CIUC sugiere que un etiquetado de los alimentos más informativo, que explique el tipo de transformación y cualesquiera cambios de composición resultantes, podría permitir a los consumidores evaluar los riesgos y beneficios de determinados alimentos. (En el Capítulo 6 se trata más ampliamente el tema del etiquetado).

Fuente y ©: FAO "El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2003-2004"
Capítulo 5: Repercusiones de los cultivos transgénicos en la salud y el medio ambiente 
Sección Normas internacionales sobre el análisis de la inocuidad de los alimentos
Subsección Texto del Codex en examen sobre el etiquetado de alimentos modificados genéticamente

Para más detalles sobre: Véase el informe de la FAO:
Etiquetado de los alimentos y biotecnología Capítulo 6, Sección Etiquetado de los alimentos y biotecnología 

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