"Una prevención eficaz de la desertificación requiere que tanto la gestión local como las políticas a mayor escala fomenten la sostenibilidad de los servicios de los ecosistemas. Es recomendable centrarse en la prevención, ya que los intentos de recuperación de las zonas desertificadas resultan costosos y suelen ofrecer resultados limitados." Más…
Para prevenir y revertir la desertificación, se necesitan medidas de intervención de gran alcance, así como cambios en el modelo de gestión. Estas medidas deberían ponerse en funcionamiento a todas las escalas, desde el plano local al mundial, y deberían contar con la participación activa de las partes interesadas y las comunidades locales.
Además, las medidas políticas y sociales deberían adaptarse al grado de desertificación al que se enfrenta o puede enfrentarse una sociedad. En las zonas en las que el proceso de desertificación es incipiente o de poca gravedad, es posible detenerlo y restablecer los servicios clave en las zonas degradadas. La prevención es mucho más rentable que la recuperación, hecho que debería tenerse en cuenta en las decisiones políticas.
La lucha contra la desertificación tiene un papel fundamental e imprescindible a la hora de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que son, entre otros, erradicar la pobreza extrema y garantizar la sostenibilidad medioambiental.
Las poblaciones humanas de las tierras secas tienen, por lo general, una calidad de vida inferior a la de otras regiones. Aproximadamente la mitad de la personas del mundo que viven por debajo del umbral de pobreza pertenecen a las tierras secas. Estas sociedades son especialmente vulnerables a causa de la pobreza y las condiciones propias de los ecosistemas de les tierras secas. Luchar contra la desertificación contribuiría, por lo tanto, a la erradicación del hambre y la pobreza extrema. Más…
La creación de una cultura de prevención puede contribuir en gran medida a la protección de las tierras secas, tanto si la desertificación es incipiente como si se encuentra ya en curso. Esta cultura de prevención requiere un cambio de actitud por parte de gobiernos y ciudadanos. Se ha demostrado que las poblaciones de las tierras secas pueden anticiparse a la desertificación si mejoran sus métodos agrícolas y su régimen de pastoreo de forma sostenible, apoyándose en la experiencia a largo plazo y la capacidad de innovar.
Las medidas preventivas pueden consistir en:
Las medidas de recuperación y restauración pueden ayudar a restablecer servicios de los ecosistemas que se habían perdido a causa de la desertificación. La restauración pretende devolver los ecosistemas a un estado anterior con todas sus funciones y servicios, mientras que la rehabilitación intenta reparar partes concretas de los sistemas, para recuperar la productividad de los ecosistemas.
Para tener éxito, las tareas de recuperación y rehabilitación de las zonas secas desertificadas requieren una combinación de políticas y tecnologías y la colaboración estrecha de las comunidades locales.
Ejemplos de medidas de restauración y recuperación de los ecosistemas:
Las medidas que incentivan la recuperación son, entre otras, el desarrollo de capacidades, las inversiones de capital y las instituciones de apoyo.
El éxito de las medidas de recuperación depende de la disponibilidad de recursos humanos, medios económicos e infraestructuras, así como de las percepciones culturales y del grado de dependencia respecto a las tecnologías externas. Un acceso adecuado a estos recursos puede llevar a la recuperación efectiva de algunos servicios de los ecosistemas y también reducir la pobreza. Cuando no se reúnen dichas condiciones, los esfuerzos de recuperación resultan en vano. Por lo tanto, restaurar los servicios degradados en las tierras secas podría resultar complicado aunque se cuente con intervenciones políticas y tecnológicas de primer orden. Más…
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