Cuatro escenarios posibles exploran el futuro de los ecosistemas y del bienestar humano para los próximos 50 años y más allá. Los escenarios consideran dos posibles caminos para el desarrollo del mundo: una mayor mundialización o una mayor regionalización. También se consideran dos tipos de actitud ante la gestión de los ecosistemas: por un lado la actitud de reacción, donde sólo se afrontan los problemas cuando se convierten en algo evidente, y por otro lado la actitud de acción, donde la gestión de los ecosistemas es activa y busca deliberadamente la preservación a largo plazo de los servicios de los ecosistemas. Más en inglés…
5.1.1
Si desea más información sobre cada uno de los escenarios haga click aquí:
Gestión de los ecosistemas | Desarrollo mundial | |
globalización | regionalización | |
reacción | Concierto mundial | Orden basado en la fuerza |
acción | Tecnojardín | Mosaico adaptativo |
5.1.2 Los escenarios no son predicciones pero sirven para explorar posibles cambios futuros en los servicios de los ecosistemas y en factores socioeconómicos. Ningún escenario representa una continuidad de lo que ahora tenemos, aunque todos parten de las condiciones y tendencias actuales. El verdadero futuro probablemente será una mezcla de los planteamientos y consecuencias descritas en los distintos escenarios, junto con hechos e innovaciones que aún no se han imaginado. Ningún escenario se ajustará perfectamente al futuro. También podrían desarrollarse otros escenarios con resultados más optimistas o pesimistas para los ecosistemas, sus servicios y el bienestar humano. Más en inglés…
5.2.1 En los cuatro escenarios, los ecosistemas se ven afectados por el mismo conjunto de generadores de cambio directos e indirectos que hoy, pero se prevé que cambie la importancia relativa de los distintos generadores de cambio durante los próximos 50 años. Factores como el crecimiento demográfico mundial van a ser relativamente menos importantes, mientras que otros factores, tales como la distribución de la población, el cambio climático o los cambios en los ciclos de los nutrientes, van a ganar importancia.
Véase la tabla 5.1 sobre las principales suposiciones de cada escenario sobre los cambios futuros de los distintos generadores de cambio directos e indirectos.
Pronósticos desde 2000 hasta 2050 para cada uno de los cuatro escenarios:
5.2.2 Los cuatro escenarios pronostican que el cambio climático incrementará significativamente la temperatura media mundial de la superficie (entre 1,5 y 2,0 ° C sobre los niveles preindustriales en el año 2050 y entre 2,0 y 3,5 ° C en 2100, en función del escenario).
Estas estimaciones, si se comparan con otras realizadas sobre el cambio climático (véase por ejemplo las estimaciones del tercer informe de evaluación del IPCC), se sitúan a un nivel bajo o medio. Esto se debe en parte a que los cuatro escenarios asumen que se emprenderán acciones significativas contra el cambio climático hacia mediados del siglo XXI. Se prevé un aumento de las precipitaciones medias mundiales, sin embargo, algunas zonas serán más secas y otras más húmedas.
Los servicios de los ecosistemas se verán directamente alterados por el cambio climático a través de cambios en la productividad y en las zonas de cobertura de vegetación así como por los cambios en la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos. Además, se espera que el cambio climático afecte a los ecosistemas de forma indirecta, por ejemplo la subida del nivel del mar afectará a la vegetación costera.
Se espera que una serie de servicios identificados como claves para el desarrollo se vean afectados por el cambio climático. Estos son, entre otros, el suministro de agua limpia, de servicios energéticos y de alimentos, el mantenimiento de un entorno saludable yla conservación de los sistemas ecológicos, de su biodiversidad y de los bienes y servicios ecológicos asociados.
De aquí a 2100, el cambio climático y sus impactos pueden convertirse en los principales generadores de cambio directos que determinen la pérdida de biodiversidad y el cambio de los servicios de los ecosistemas a escala mundial. Aunque es posible que algunos servicios de los ecosistemas en algunas regiones se beneficien al principio de los aumentos de temperatura o precipitación previstos, se espera a escala mundial un importante impacto negativo neto en estos servicios una vez que la temperatura supere de 2° C los niveles preindustriales o que el calentamiento crezca más de 0,2° C por década. Más en inglés…
5.3.1 Los cuatro escenarios prevén que va a continuar la rápida transformación de los ecosistemas. Se espera que entre un 10 y un 20% de los pastos y bosques actuales sean transformados debido a la expansión de la agricultura, las ciudades y las infraestructuras. El ritmo de transformación de los ecosistemas dependerá en gran medida de la evolución futura de la población, la riqueza, el comercio y la tecnología. Asimismo, los cuatro escenarios prevén que la pérdida de hábitats terrestres conducirá, de aquí al año 2050, a una fuerte caída de la diversidad local de especies nativas y de los servicios asociados. Más en inglés…
5.3.2 Las pérdidas de hábitats previstas en los cuatro escenarios conducirán a extinciones a nivel mundial a medida que las poblaciones se ajusten a los hábitats restantes. Por ejemplo, el número de especies de plantas podría reducirse un 10-15% como consecuencia de la pérdida de hábitats sufrida entre 1970 y 2050. Algunas especies desaparecerán inmediatamente cuando se modifique su hábitat mientras que otras podrán resistir durante décadas o siglos. El desfase entre la reducción de un hábitat y la extinción de una especie da una oportunidad a los humanos de recuperar los hábitats e impedir la extinción de las especies. Más en inglés…
Si se comparan los servicios de provisión, regulación y cultura de los que disponen los humanos hoy con las estimaciones para 2050, todos los escenarios, excepto el "orden desde la fuerza", indican mejoras netas en al menos una categoría de servicios. Sin embargo, incluso en los escenarios que muestran mejoras, la pérdida de biodiversidad sigue siendo rápida. Más en inglés…
5.4.1 Los siguientes cambios en los servicios de los ecosistemas y en el bienestar humano son los mismos en los cuatro escenarios:
5.4.2 La contribución futura de los ecosistemas terrestres a la regulación del clima es incierta. La emisión o captación de carbono por los ecosistemas afecta a la cantidad de ciertos gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera y de ese modo regula el clima de la Tierra. En la actualidad, los ecosistemas son un sumidero neto de carbono, que absorbe cerca del 20% de las emisiones de combustibles fósiles. Es muy probable que este servicio de regulación climática se vea afectado por los cambios en el uso de las tierras, aunque es difícil de predecir ya que nuestra comprensión de los procesos de respiración del suelo es limitada. Más en inglés…
5.4.3 Los servicios de los ecosistemas desérticos son especialmente vulnerables a los cambios y en especial a aquellos debidos al cambio climático, al estrés hídrico y a usos intensivos. Más en inglés…
5.4.4 La mayoría de los escenarios prevén que la salud humana mejore en el futuro. Se reducirá el número de niños afectados de desnutrición así como las tasas de VIH/SIDA, malaria y tuberculosis. La mejora de las medidas de sanidad pública limitará el impacto de nuevas enfermedades como el SARS. Sin embargo, en el escenario "orden desde la fuerza", las condiciones sanitarias y sociales podrían ser diferentes en el norte y en el sur, causando una espiral negativa de pobreza, problemas de salud y ecosistemas degradados en los países en vías de desarrollo. Más en inglés…
5.4.5 Todos los escenarios presentan diferentes conjuntos de ganancias, pérdidas y vulnerabilidades e términos de bienestar humano en distintas regiones y grupos de población. Así, por ejemplo, los planteamientos mundialmente integrados, que se centran en la tecnología y en los derechos de propiedad de los servicios de los ecosistemas, mejoran en general el bienestar humano en términos de salud, seguridad, relaciones sociales y necesidades materiales. Sin embargo, el uso de las mismas tecnologías en el mundo entero puede acarrear la pérdida o infravalorización de la cultura local. Más en inglés…
Los distintos escenarios sugieren que la gestión activa de los ecosistemas es, en general, ventajosa, y especialmente bajo condiciones cambiantes o novedosas. Las sorpresas en los ecosistemas son inevitables debido a que las interacciones implicadas son complejas y a que en la actualidad aún no se comprenden bien las propiedades dinámicas de los ecosistemas. Hoy en día se comprenden bien ciertos fenómenos sorprendentes del siglo pasado como la capacidad de las plagas de volverse resistentes a los biocidas o la contribución de ciertos usos de las tierras a la desertificación.
Un planteamiento de acción activa es más beneficioso que un planteamiento de reacción porque la restauración de servicios de un ecosistema degradados o destruidos es, si es posible, más costoso en tiempo y dinero que la prevención de la degradación. No obstante, ambos planteamientos de acción y reacción, presentan costes y beneficios (véase la tabla 5.4).
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