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Contexto - El aspartamo es un edulcorante utilizado desde hace décadas. Su uso como aditivo alimentario está autorizado en la UE.
Recientemente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha revisado los últimos datos en el marco de una reevaluación sistemática de todos los aditivos alimentarios utilizados en Europa.
Esta evaluación ya ha sido realizada por distintos responsables de seguridad sanitaria en el pasado. GreenFacts elaboró un resumen de la evaluación de la EFSA de 2002.
Este es un resumen fiel del informe publicado en 2013 por La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA): "Scientific Opinion on the re-evaluation of aspartame (E 951) as a food additive
El aspartamo es un dipéptido compuesto de dos aminoácidos (fenilalanina y ácido aspártico) que se utiliza por su sabor dulce. Permite endulzar los alimentos con un aporte calórico mucho menor que el azúcar. Es uno de los edulcorantes artificiales más utilizados, y se encuentra en numerosos productos “light” y bajos en calorías. En el pasado se ha denunciado la toxicidad del aspartamo, en concreto su carcinogenicidad, y un gran número de estudios han evaluado a fondo la inocuidad de este aditivo alimentario.
El aspartamo se digiere rápida y totalmente, descomponiéndose en fenilalanina, ácido aspártico (dos aminoácidos presentes en las proteínas naturales y en otros alimentos) y una pequeña cantidad de metanol. Por digestión total se entiende que no hay niveles detectables de aspartamo que pasen a la sangre.
Se han evaluado los efectos sobre la salud humana de cada uno de estos productos de descomposición:
Fenilalanina: se ha relacionado con problemas de desarrollo en niños cuyas madres tienen niveles muy altos de fenilalanina en sangre debido a un trastorno genético (denominado fenilcetonuria o PKU). Sin embargo, la cantidad de fenilalanina que aporta un consumo de aspartamo al nivel actual de IDA está muy por debajo de la dosis que podría causar algún problema de salud.
Ácido aspártico: en concentraciones altas puede afectar al equilibrio de los neurotransmisores, pero el consumo de aspartamo al nivel actual de IDA no alcanza nunca dichas concentraciones.
Metanol: el metanol es tóxico en concentraciones altas pero, igualmente, el nivel al que se observa toxicidad es muy superior al alcanzado al ingerir alimentos que contienen aspartamo al nivel actual de IDA.
Tampoco existen pruebas fidedignas que establezcan un vínculo entre el aspartamo y el cáncer.
El Comité científico concluyó que el aspartamo no plantea problemas de seguridad a los niveles de exposición actual estimados y respetando la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de 40 mg/kg de peso corporal/día. En cuanto a los posibles efectos en el desarrollo asociados a la fenilalanina, el dictamen establece que la concentración alcanzada en el suero humano tras el consumo de aspartamo al nivel actual de IDA en ningún caso superaría los límites recomendados.
Utilizando los datos de la industria y de encuestas de consumo de alimentos realizadas en varios países europeos, es posible establecer un nivel de exposición estimado. Se ha determinado que la cantidad ingerida por los mayores consumidores está por debajo de la dosis diaria admisible.
Tras su reevaluación del aspartamo (E 951) como aditivo alimentario, la Comisión ANS de la EFSA llegó a la conclusión de que, consumido al nivel actual de Ingesta Diaria Admisible (IDA) de 40 mg/kg de peso corporal/día, no plantea problemas de seguridad. Por lo tanto, se concluyó asimismo que no procedía revisar el nivel actual de IDA del aspartamo.
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