Consecuencias del calentamiento global de 4° C

Un mundo con 4° C más

Un cambio de la temperatura mundial media de 4° C se asemeja a la diferencia entre la temperatura actual y la de la última era glacial, cuando gran parte de Europa central y el sector norte de Estados Unidos estaban cubiertos por kilómetros de hielo; pero el cambio actual (inducido por el hombre) se está produciendo mucho más deprisa: en un siglo, no en milenios.

Si las acciones previstas actualmente no se aplican de lleno, un calentamiento de 4° C podría alcanzarse ya en los años 2060. Un calentamiento de esa magnitud para 2100 no se detendría ahí: es probable que la temperatura siguiera subiendo en los siguientes siglos hasta superar los 6° C.

Inundaciones, sequías y fenómenos extremos

Existen pruebas científicas innegables de que los seres humanos son la causa del calentamiento global, y los efectos inequívocos de las emisiones de gases de efecto invernadero ya observados se han seguido intensificando prácticamente sin cese en las últimas décadas. En un mundo con una temperatura 4° C superior a los niveles preindustriales, muchas regiones se verían afectadas por olas de calor sin precedentes, graves sequías e importantes inundaciones, con serias consecuencias para los sistemas humanos, los ecosistemas y los servicios asociados.

Más concretamente, este nivel de calentamiento podría causar:

• anegamiento de las ciudades costeras;
• riesgos crecientes para la producción de alimentos, lo que podría aumentar los índices de malnutrición; mayor sequía en las zonas áridas, mayor humedad en las regiones húmedas;
• olas de calor sin precedentes en numerosas regiones, especialmente en los trópicos;
• grave escasez de agua en muchas regiones;
• mayor frecuencia de ciclones tropicales de gran intensidad;
• pérdida irreversible de la biodiversidad, incluidos los sistemas de arrecifes de coral.

Evitar un mundo con 4° C más, cuestión de compromiso

Numerosos estudios demuestran que existen medios de emisión viables desde el punto de vista técnico y económico para limitar el calentamiento a 2°C, el objetivo acordado por los gobiernos internacionales en el Acuerdo de Cancún de 2010. Dado que con las políticas previstas actualmente es probable que se produzca un calentamiento de 4° C, el nivel de impacto experimentado por el mundo será el resultado de las decisiones y elecciones sobre el cambio climático que tomen los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Lamentablemente, esto también incluye la falta de acción.

Los cambios disruptivos y a gran escala en el sistema terrestre no suelen incluirse en los ejercicios de modelación, y muy rara vez en las evaluaciones de impacto. Un ejemplo de este cambio sería la desintegración del manto de hielo de la Antártida occidental, lo que aceleraría la subida del nivel del mar por encima de las proyecciones de los análisis actuales.

Un mundo con 4° C más sería tan diferente al actual que aumentarían la incertidumbre y los riesgos, disminuyendo nuestra capacidad de anticipar las futuras necesidades de adaptación y planear nuestra respuesta. El Banco Mundial es consciente de la incertidumbre que rodea a estas hipótesis, y de que los distintos investigadores y estudios en ocasiones discrepan sobre el nivel de riesgo. Pero el hecho de que no podamos descartar dichas hipótesis basta para justificar un fortalecimiento de las políticas actuales en materia de cambio climático. Esa es la principal conclusión del informe: es indispensable evitar que el calentamiento de 4° C previsto se convierta en una realidad - hay que bajar la temperatura. Solo una acción internacional temprana y coordinada podrá lograrlo.

Para saber más sobre este informe, consulte el resumen más detallado en 13 preguntas y respuestas

Para saber más sobre este informe, consulte el resumen más detallado en 13 preguntas y respuestas. Síntesis de GreenFacts del resumen ejecutivo del informe: “Turn Down the Heat ~ why a 4°C warmer world must be avoided. “ ( “Bajemos la temperatura ~ Por qué se debe evitar un planeta 4°C más cálido.”) Informe preparado para el Banco Mundial por el Instituto de Potsdam para la Investigación del Cambio Climático