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Contexto - La acupuntura se emplea cada vez más como complemento de los tratamientos convencionales, y el INSERM (Francia) elaboró un compendio de la documentación médica para evaluar la eficacia y seguridad.
Este es un resumen fiel del informe publicado en 2014 por el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM): "
La evaluación de las llamadas “terapias no convencionales” suele resultar difícil, si no imposible, debido a la escasez de información.
Aunque este no es el caso de la acupuntura, sobre la que existen gran cantidad de publicaciones y estudios, los resultados distan mucho de ser fiables.
Dado que la acupuntura se emplea cada vez más como complemento de los tratamientos convencionales, el Instituto Nacional francés de Salud e Investigación Médica (INSERM, por su siglas en francés) elaboró un compendio de la documentación médica nacional e internacional (se examinaron unas 250 fuentes) que posteriormente fue analizado y revisado por especialistas en evaluación de terapias.
La acupuntura es una disciplina que procede de la medicina tradicional china y consiste en la estimulación de determinados puntos del organismo mediante la aplicación, entre otros, de agujas, corriente eléctrica o luz.
Es una terapia ampliamente utilizada.
En la actualidad, el personal sanitario de Francia tiene la posibilidad de formarse en este campo.
Esta formación se imparte en las facultades de medicina en forma de titulación interuniversitaria.
Los pacientes suelen acudir a un acupunturista por dolores como molestias articulares o jaquecas, y también por estrés, fatiga o trastornos del sueño.
Aunque existen numerosas hipótesis neurobiológicas sobre cómo la acupuntura podría tener efectos clínicos analgésicos o potenciar la acción de los medicamentos convencionales para el dolor, los mecanismos biológicos no se conocen a ciencia cierta.
Con frecuencia se piensa que los efectos no específicos se deben a procesos psicobiológicos desencadenados por el entorno terapéutico en su conjunto, la relación paciente-terapeuta, las expectativas y creencias del paciente... una confluencia de elementos que contribuyen al “efecto placebo”.
Los datos disponibles indican que la acupuntura podría ser eficaz en el tratamiento de determinadas molestias como jaquecas y migrañas o el dolor producido por la artritis, aunque los autores consideran que parte de los efectos observados pueden atribuirse al efecto placebo.
De modo menos evidente, parece que la acupuntura podría aliviar los dolores de espalda, del parto y menstruales.
Algunas formas de acupuntura también parecen ser beneficiosas para pacientes que sufren náuseas o vómitos tras someterse a quimioterapia o cirugía, con efectos secundarios mínimos.
Respecto a la mayoría de las demás afecciones que la acupuntura dice poder tratar, como el abandono del tabaco o la epilepsia, los datos disponibles no son suficientes para determinar la eficacia del tratamiento.
Los efectos secundarios de los que se tiene constancia son, principalmente, dolor localizado al insertar las agujas o ante la estimulación, sangrado o hematomas en los puntos de estimulación (se observaron magulladuras severas en un paciente tratado con anticoagulantes), dolores de cabeza (generalmente leves, aunque pueden ser moderados), sensación de fatiga, náuseas o desmayos al aplicar un tratamiento de electro-acupuntura.
Otros problemas se producen por una falta de higiene (si las manos del profesional no están limpias o se utilizan agujas no estériles) o por no seguir los ángulos y profundidades de inserción establecidos desde hace más de dos milenios.
En líneas generales, el estudio destaca que los beneficios que pudieran deducirse del análisis de la documentación existente deben interpretarse con cautela. Las distintas evaluaciones de los estudios existentes extraen conclusiones diferentes, debido principalmente a la gran variedad de trabajos publicados y a problemas de metodología y protocolo, pero también a interpretaciones muy diversas de los mismos datos y al riesgo de sesgo.
Por lo tanto, resulta difícil compararlas y utilizarlas para un análisis del que se puedan extraer conclusiones sólidas.
Por consiguiente, es imposible tener certeza sobre la eficacia de esta terapia y determinar si la acupuntura, independientemente de las razones para utilizarla, es más eficaz que un tratamiento con placebo.
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